Saturday, September 12, 2015

La miseria de la univocidad

En desarrollo de software, como profesión, hay, por supuesto, diversidad de perspectivas sobre qué es calidad y cómo lograrla en la realidad. También aquí, como en política o en religión, tal diversidad se distribuye a lo largo de una amplia gama de posiciones agrupadas en múltiples dimensiones de la creación de software; por ejemplo, la dimensión de la administración de un proyecto o un conjunto de proyectos (también llamado portafolio de proyectos), o la dimensión financiera de inversión y su retorno, o la dimensión de operación sustentable y niveles de servicio, o la dimensión de arquitectura y diseño a lo largo de múltiples niveles de abstracción, etc.

En administración de proyectos hay desde el extremo fanático del estricto comando y control jerárquico del «taylorismo posindustrial», hasta el otro extremo fanático en el jardín hippie del subjetivismo radical donde el «cowboy coding» reina supremo.

La creación de software puede ser una fascinante aventura intelectual para el profesional que se interesa por la historia de su profesión. Se requiere investigar el contexto de una posición histórica y sus razones de fondo para luego contrastarla con el contexto y razones de otra posición. Esta clase de reflexión histórica es para mí esa aventura intelectual y profesional. Pero se requiere mantener la curiosidad y las ganas de entender qué es crear software como profesión. Además, se requiere valorar la otredad, la heterodoxia y la inclusión de perspectivas diferentes a la propia. De otro modo –es decir, desde la ortodoxia–, se corre el riesgo de interpretar toda otra perspectiva desde la premisa de que es inferior en todos los casos.

Un enfoque inclusivo permite un desarrollo profesional amplio y diverso, un desarrollo que agrega cada vez más herramientas de pensamiento y práctica. Así, la cantidad de opciones a disposición de ese practicante reflexivo a la hora de tomar decisiones de diseño, o de arquitectura, o de administración, no queda restringida a las opciones que ofrece la miseria de la univocidad.

No comments: